viernes, 13 de julio de 2012

LÍMITES


¿No les pasa a veces que ante determinadas situaciones de rebeldía de sus hijos piensan: “Si hace esto ahora, qué va a pasar más adelante cuando tengan 15 años o más?”
Si!, pasa en muchísimas familias y significa que tenemos problemas a la hora de poner limites claros y firmes que resulten eficaces. Hoy intentaremos aportarles alguna ayuda.
Sabemos que no nos queremos volver tiranos, ni nada por el estilo, buscamos cosas muy importantes como disfrutar  de una convivencia en paz y armonía. Pero muy importante es saber que al poner límites los estamos  prepararlos para la vida.
Los niños son los primeros interesados y beneficiados de que se les marquen unas normas que les darán seguridad y  les  permitirán  adaptarse mejor a la sociedad en el presente y futuro.
Una mirada al espejo
¿Ponemos los límites claros? ¿O caemos rendidos ante la seducción de esos ojitos amados? 
Veamos la opinión de profesionales: “Uno de los errores que pueden cometer algunos padres es el de establecer límites blandos”, como los denomina R.J. MacKenzie.
Límite  blando es “cuando NO significa SI, A VECES , o QUIZÁ”. Es decir, le estamos diciendo ‘No’ al niño, pero al no hacerlo con firmeza, el resultado es que el niño lo sigue portándose mal, no obedece, discute, etc.
Ejemplo: cuando tenemos que repetir mil veces las cosas y hasta que no pegamos un grito, no hay respuesta.
Establecer límites firmes no significa emplear castigos u otros métodos punitivos sino, al contrario, “actuar con serenidad pero con firmeza y de manera consistente”. Parece fácil pero ES MUYYY DIFÍCIL ¿verdad?
El País de los Niños quiere ayudarlos y hacerles llegar este material inspirado en la obra del mencionado autor.
Van aquí algunos consejos 
1-     El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta:
Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer.
Ej. si el niño nos interrumpe cuando estamos hablando con otra persona:
SI  habría que decirle “Espera a que termine de hablar” o “No me interrumpas cuando hablo con otra persona”
NO:  “No seas pesado” o “Portate como un niño maduro
2-     Ser lo más concretos posible, es decir, ir al grano:
A la hora de establecer el horario de llegada a casa de un adolescente habría que concretar, por ejemplo:
SI: “Volvé a casa antes de las 10’.
NO: “No llegues tarde.
Podemos aplicar estos consejos al uso de la TV o la PC (Podés hasta las ….)
3- Hablar con calma, no hace falta gritar:
Dar las órdenes o instrucciones en un tono de voz normal puede trasmitir más firmeza que dar un grito, que sólo significa que se empieza a perder el control en uno mismo.
4- Si es necesario, fijar la consecuencia que traerá  consigo el incumplimiento de la norma o límite:
En el ejemplo anterior del horario, si pensamos que el adolescente puede no cumplir la norma sería bueno el recordarle la consecuencia: ‘Ya sabés que si llegas más tarde de las 10 el próximo sábado no podrás salir’.
5- Y lo más importante: actuar en consecuencia. Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. La consistencia es el punto más importante del establecimiento de límites: cuando el niño sabe que siempre sus padres actúan como han acordado, tendrá en cuenta la norma y la respetará.
ESPERAMOS QUE LES SEA ÚTIL EL MATERIAL, ESPERAMOS SUS COMENTARIOS, EXPERIENCIAS Y APORTES.

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