La infancia
La mayoría de los padres tratamos de darle
todo a nuestros hijos, inclusive aquellas cosas que no tuvimos y más. ¿Qué
padre no desea lo mejor para sus hijos?
Pero no siempre con nuestras buenas
intenciones las cosas salen como las planeamos, terminamos creando un mundo
artificial, logrando que vivan en una burbuja y eso tampoco es bueno ya que hay
una realidad que deben saber que existe; de lo contrario les va a hacer muy
difícil saltear las dificultades en su camino así como enfrentar las frustraciones,
donde no se puede tener todo lo que se quiere. Hay muchísimas cosas que no se
compran con dinero y suelen ser las mas valiosas, los niños necesitan tener
infancia, correr riesgos, ensuciarse, hacer travesuras, inventar cosas, tener
tiempo para jugar e ir descubriendo el mundo.
El dialogo aparece como un factor esencial en
toda relación sana. Lograr intercambiar ideas y pensamientos desde pequeños, y
sobretodo saber escucharlos.
Debemos intentar inculcarles el optimismo,
sensación tan buena como las cosas no van como una espera, de forma tal que
logren superar y enfrentar los miedos, y sobre todo, sentirse seguro de si
mismos.
A veces la falta de autoridad en la familia y
en la escuela actúa impidiendo el desarrollo social de los más pequeños. La falta
de límites, y de normas básicas son factores que desencadenan patologías como
la ansiedad, la depresión y ciertos trastornos de conducta, como la
hiperactividad y el déficit atensional.
Cuidémoslo de la mejor manera posible para que
mañana ellos puedan vivir en una sociedad que se apoyé verdaderamente en la
ética y los valores.
La felicidad esta en nuestro interior, no se
compra.
Extraído de la revista padres e hijos año 5 numero 48
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