miércoles, 5 de septiembre de 2012

LECTOESCRITURA .....NOS GUSTO Y QUISIMOS COMPARTRLO CON NUESTRAS FAMILIAS


El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso largo en el que debemos respetar los ritmos individuales de cada niña y cada niño, ya que cada persona tiene un desarrollo madurativo propio que los educadores han de tratar de favorecer atendiendo de manera individual a cada uno de los distintos ritmos de desarrollo.
Se puede empezar a trabajar el lenguaje escrito desde los tres años de edad. Estimulando a nuestros alumnos, y ofreciéndoles la posibilidad de acceder al lenguaje escrito, de manera tranquila, sin agobiarlos, ni clasificarlos, ni exigirles a todos unos conocimientos iguales.
Los niños y las niñas comprenden que el utilizar la escritura y la lectura sirve para comunicar, para gozar y disfrutar con ella, la rechazan cuando se les impone y se les desmotiva con calificativos negativos.
ETAPAS MADURATIVAS DEL PROCESO DE APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA:
Las etapas de maduración por las que las niñas y los niños pueden pasar en su proceso de aprendizaje son las siguientes:
1. Escritura no diferenciada
Se caracteriza por una expresión de garabato, continuo o suelto, zig-zags, bucles,…
Todavía no diferencia el dibujo de la escritura.
2. Escritura diferenciada
Comienzan a diferenciar el dibujo de la escritura.
Utilizan una cantidad de letras, números, pseudoletras, sin correspondencia entre lo escrito y lo oral.
Tantean diversas posibilidades para encontrar una relación entre oral y escrito:
. Varían la grafía.
. Varían la cantidad de grafías (palabras largas-cortas).
. Usan el mismo número de grafías (no tienen repertorio).
. Modifican el orden de las grafías.
3. Escritura silábica
La primera relación oral-escrito que establecen es la de la sílaba. Es la primera unidad oral que son capaces de segmentar.
Escriben una grafía para cada golpe de voz o sílaba.
Tipos de correspondencia silábica:
Sin valor sonoro convencional. Para cada sílaba escriben una letra cualquiera. Ej.: S E M para PA TA TA
Con valor sonor convencional. Para cada sílaba escriben una letra que sí está en la sílaba. Puede ser:
. En las vocales. Ej.: I U A para PIN TU RA.
. En las consonantes. Ej.: P T para PA TO.
. En las vocales y en las consonantes. Ej.: P A T para PA TA TA.
4. Escritura silábico-alfabética
Se dan cuenta de que la sílaba tiene más de una letra.
Al confrontar sus ideas con la escritura convencional descubren que hay más partes, que la escritura va más allá de la sílaba. Ejemplos:
. A LO para GA TO. Saben que hay dos letras en TO, pero no saben bien cuáles.
. DOI A para BOI NA. Buscan un valor sonoro próximo (B – D).
5. Escritura alfabética
A cada sonido le corresponde una letra o grafía propia.
Escriben textos completos en una lectoescritura convencional como la que usamos en el mundo adulto.

martes, 4 de septiembre de 2012

ENSEÑAR A NUESTROS NIÑOS A CEPILLARSE LOS DIENTES ............

La higiene dental es muy importante para mantener saludable la boca de los niños. Desde el momento del nacimiento del bebé es fundamental prestar atención a los cuidados básicos de las piezas dentarias. 
Al comienzo, los padres serán los que darán el ejemplo con el cepillado diario. Una vez que el niño crezca, será primordial enseñarles a cepillarse los dientes solos. 
Muchos profesionales recomiendan comenzar con la higiene dental antes de que al niño le salga el primer diente de leche.
Durante el primer año del bebé
Para limpiar la boca de nuestro bebé, primeramente deberemos utilizar una gasa húmeda, manteniendo este hábito hasta el primer año de vida, cuando le empiezan a salir sus primeros dientes. Luego, seguiremos utilizando un cepillo dental de cerdas suaves.
Es importante limpiar la boca del bebé después de cada comida o ingesta de leche. 
Recomendación: Nunca embeber el chupete o mamadera en miel, ya que se pega demasiado a la placa dentaria.
De 2 a 5 años
En esta etapa, los niños comienzan a ingerir mayor cantidad de golosinas y alimentos con azúcar. Por lo tanto, deberán aprender a usar correctamente el cepillo dental y aumentar las veces de cepillado diario, de una a dos veces por día. 
Los niños menores de 3 años, que tengan más riesgos de caries, deberán cepillarse los dientes aplicando muy poca cantidad de pasta. Los niños mayores de tres podrán aplicar una mayor cantidad (del tamaño de una lenteja), en el caso de necesitarlo.
Por ende, los niños menos de 5 años, que no presenten riesgos individuales de contraer caries, deberán cepillarse sin utilizar pasta dental. 

A partir de los 6 años
En este período, el niño comienza a perder sus primeros dientes de leche, por lo que el cepillado será fundamental y deberá aumentar en frecuencia. De 7 a 8 años ya se aconseja cepillarse tres veces por día, utilizar hijo dental y enjuague bucal.